15
Mar
2017
Los costes que supone iniciar una actividad empresarial son, a menudo, más elevados de lo que podemos afrontar con fondos propios, sin necesidad de recurrir a fuentes de financiación externas. Recurrir a “ayuda financiera” de terceros es bastante común, pero, ¿de qué tipo? Las opciones son diversas.
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Dependiendo de la situación empresarial en la que te encuentres -la fase del proyecto y para qué necesitas el dinero -puedes elegir qué tipo de financiación utilizar. A continuación, recopilamos en una lista cuáles son y en qué consisten:

  • Auto-financiación o financiación propia: es la fuente básica de financiación, utilizar los propios recursos económicos. Además, si no crees en tu idea lo suficiente como para invertir en ella, difícilmente alguien lo hará: los inversores exigen compromiso y coherencia. Es complicado confiar en la idea de alguien que no ha apostado por ella con sus propios recursos económicos.
  • FFF: en inglés son las siglas de “friends, family and fools”. Es otra de las fuentes de financiación a las que más se recurre. Los “allegados” y círculos más cercanos pueden ser más proclives a arriesgarse y apoyarte y sin exigir tantas condiciones y garantías  de rentabilidad.
  • A través de los bancos: existen diversos tipos de fuentes de financiación bancaria, como lo son los préstamos, los créditos y los microcréditos. Son cantidades de dinero que se prestan con un determinado interés que hay que devolver en un tiempo establecido. La diferencia entre un préstamo y un crédito es, básicamente, que en el primero la entidad bancaria presta el dinero al inicio de la operación, y el interés –que se debe devolver mensual o anualmente –se aplica sobre el total; mientras que en el crédito puedes ir obteniendo la cantidad que necesites en cada momento durante el plazo establecido y el interés se aplica solo por la cantidad utilizada, aunque el porcentaje es, por ello, más elevado.
    • Un microcrédito es un tipo de préstamo que se realiza a personas que no tienen las garantías suficientes para acceder a un crédito tradicional; su cuantía puede ascender hasta los 25.000 euros.
    • Dentro de este tipo de financiación también es posible incluir las Líneas ICO (Instituto de Crédito Oficial) de financiación, que pueden tramitarse en la mayoría de entidades financieras.
  • Crowdlending o social lending o peer to peer lending: en español, préstamo entre particulares. Consiste en obtener un préstamo de otros inversores como se realiza con un banco, con la diferencia que se hace sin la intermediación bancaria y los intereses son más altos. Se suele emplear en casos en que el empresario no cumple con los requisitos para acceder a un crédito.
  • Subvenciones: son ayudas económicas, asesoramiento y bonificaciones que concede la Administración (nacional, autonómica y local) con el fin de impulsar la creación de empresas y la contratación de profesionales. Existen numerosas subvenciones, como por ejemplo las que ofrece el Programa Integral de Cualificación y Empleo (PICE) para los nuevos emprendedores y autónomos o los beneficios para la contratación de personal de jóvenes menores de 30 años. Estas ayudas están en constante modificación, por lo que te recomendamos que actualices y consultes la información al respecto.
  • A través de inversores: podemos encontrar una amplia variedad de inversores, aunque destacamos dos; los Bussiness angels y las operaciones de capital riesgo, que si bien presentan unas características de financiación muy similares, tienen también sus diferencias.
    • Bussiness angels: son empresarios que invierten cantidades elevadas de dinero –de 20.000 a 200.000 euros, habitualmente –y también aportan sus conocimientos y experiencia a las startups. Dado que su inversión es grande, el requisito suele ser que el plan de negocio presentado les convenza y que puedan recuperar el capital aportado en aproximadamente cinco años.
    • Capital riesgo o Venture capital: es una operación financiera que consiste en la inversión económica de sociedades de capital riesgo en startups que presentan proyectos con modelos de negocio o sistemas tecnológicos novedosos, con un alto potencial de riesgo y de crecimiento y de los que se espera una rentabilidad considerable. Las sociedades de capital riesgo, a cambio, obtienen una participación de la empresa –en torno a un 20-30% habitualmente –y en ocasiones de un puesto de control dentro de la empresa.
    • Las diferencias entre ambas son que los bussiness angels suelen invertir cantidades menores, su participación y presencia en la empresa es por  un periodo de tiempo mayor y en las primeras fases de la actividad.
  • Crowdfunding: consiste en obtener ingresos de un grupo de personas durante un tiempo determinado , a través de una plataforma on line. Normalmente, los proyectos que se financian a través de esta fuente unen a las personas que invierten con una causa simbólica que les hace partícipes de ella y la cantidad invertida suele ser bastante reducida, al contrario que otras inversiones tradicionales. Es una fuente de financiación que está de moda por el éxito que han cosechado diversos proyectos empresariales y por el alto número de personas implicadas en la actividad. Incluso, algunas actuaciones de partidos políticos e iniciativas sociales se han –y están –financiándose a través de crowdfunding.
  • Crowdsourcing: es una  fuente de financiación que consiste la externalización de tareas, de manera que estas son cubiertas de manera colaborativa. No tiene por qué conllevar una aportación económica, sino que en la mayoría de los casos son aportaciones basadas en el trabajo de profesionales.  Se realiza a través de una plataforma digital, como el crowdfunding.
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