10
Nov
2016
Entrevista realizada al Presidente de la Comisión de Política Comercial e Inversiones de la Cámara de Comercio Internacional, James Bacchus.

 

¿Vivimos una fase expansiva o restrictiva del comercio mundial?

Hemos vivido una época en la que el comercio global se estaba ralentizando, esto es preocupante. También en la que el apoyo al comercio mundial estaba en pausa en todo el mundo y eso también es preocupante. La comunidad empresarial en España y otras partes del mundo deben encontrar otras formas de comunicar los beneficios del comercio global e incluso los logros esperanzadores en sus negocios para ayudar a la gente a ajustar los cambios que traerá el comercio.

¿Cuáles son los beneficios de un comercio libre y global?

Los beneficios del comercio mundial son innumerables. Eliminando las barreras al comercio y las inversiones, en la pasada generación cientos de millones de personas han conseguido salir de la pobreza y sus niveles de vida han mejorado en muchas partes del mundo. Ningún país ha conseguido mantener un crecimiento sostenido sin abrirse a la economía mundial, el comercio y las inversiones. Pero lo que eso significa en términos de prosperidad interna no es suficiente, el comercio es necesario, pero no es suficiente.  Es imprescindible que se hagan políticas que permitan difundir los beneficios que el comercio representa para las personas. En EE.UU. debemos hacerlo, en términos educativos, formación, ajustes para prevenir la deslocalización laboral y hacerle ver al mundo que son capaces de competir en una economía abierta.

¿Cuáles son los beneficios para las pymes?

Cada vez hay más pymes, tanto en España como en todo el mundo, que forman parte del comercio global. Uno de los aspectos que están cobrando importancia en el nuevo comercio emergente es el comercio electrónico. Necesitamos normas para regularlo y eso es especialmente importante para las pymes porque ellas hacen negocio a través de internet. Todos compramos cosas por internet en todo el mundo. Pero también es importante para las pymes que seguimos haciendo todo lo que esté en nuestra mano para apoyar la cadena global de materias primas, que es parte cada vez mayor del comercio global.

¿Qué países o rutas concentran ahora el comercio global?

Creo que hemos visto hemos visto apoyos generales al comercio en todo el mundo: en Estados Unidos, en Europa, incluso en España que en las últimas décadas se ha manifestado muy a favor del comercio mundial. Ahora, los movimientos de globalización se han vuelto verdaderamente global y en todas partes pueden verse las protestas. El resultado es que es difícil avanzar en todas partes en la eliminación de barreras al comercio o las inversiones, lo que tiene consecuencias en el crecimiento económico.

¿Por qué hay tantas protestas contra el CETA y el TTIP?

Creo que no se ha sido justo en muchos países, incluyendo el mío, a la hora de juzgar los beneficios del comercio. Quizá porque no hemos hecho lo suficiente, desde el punto de vista económico, para ser competitivos internamente no aceptamos la competencia global. En cierto sentido es la forma tradicional de proteccionismo. Empresas, compañías que sencillamente no pueden competir con empresas extranjeras y se refugian en las barreras al comercio. Pero hay también un componente muy alto de desinformación y una tendencia a culpar al comercio de lo que ocurre en la economía global. En EE.UU., por ejemplo, ha habido muchas deslocalizaciones de empresas por la falta de preparación tecnológica de los trabajadores y estos no se quieren dar cuenta de que ese es el problema, es más fácil culpar al comercio de lo que les ha pasado.

¿Y China? ¿Tiene algún papel especial?

China es un acto muy importante en la economía mundial. Hace varias décadas se sumó al escenario mundial y se abrió al comercio y las inversiones y mantiene su política de liberalización. Participa de forma significativa en la política y la economía mundial con las consecuencias que eso tiene para todos nosotros. Nos beneficiamos del comercio con China pero ha hecho necesarios ajustes que han tenido que hacerse en los sectores económicos de algunos países.

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