02
Feb
2017
Como ya hemos comentado en anteriores posts, el medio online puede suponer un canal relevante para la captación de clientes en cualquier negocio. La adaptación a este medio es cada vez más necesaria para muchas pequeñas y medianas empresas ya que las hace más competitivas. Pero esta adaptación al medio online debe ir acompañada con una serie de requisitos, entre los que se encuentra una correcta medición de datos.
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Si decidimos entrar en el mercado online es indispensable que, como mínimo, tengamos unos conocimientos básicos de medición de este tipo de datos, o contemos con un perfil especializado en ello, ya que a partir de los mismos tomaremos unas decisiones u otras.

La herramienta más utilizada para poder registrar los datos de usuarios que navegan por tu sitio web es Google Analytics. Su versión gratuita nos permite conocer de manera sencilla y detallada  las acciones que realizan los usuarios dentro de nuestra  web. Pero antes de hablar de Google Analytics es recomendable mencionar otra herramienta gratuita que Google pone a disposición de cualquier webmaster: Google Tag Manager.

Implementar Google Tag Manager en nuestro sitio nos permite tener una mayor autonomía del departamento de Sistemas o Informática’, ya que con la instalación de un solo código podemos incluir y obtener datos a través múltiples herramientas, como Google Analytics. Sin ella, cada vez que quisiéramos modificar o incluir una herramienta de medición (como puede ser también el código de conversión de Facebook) deberíamos acudir al equipo técnico para que modifique el código de la web. Obtener y gestionar Google Tag Manager es relativamente sencillo (puedes conocer los pasos para hacerlo aquí), y una vez instalemos Google Analytics a través de esta herramienta podremos comenzar a medir datos y, lo más importante, establecer objetivos de medición en nuestra web.

Dependiendo del fin para el que esté planteado nuestro sitio web, los objetivos que nos marquemos serán unos u otros. Existen páginas web donde lo más interesante es que el número de páginas que consume el usuario en cada visita y su tiempo de permanencia sea lo mayor posible, ya que ello indica que está consumiendo contenido (un ejemplo de ello puede ser un blog), y otras donde el objetivo principal sea la venta, por lo que el mejor indicador será el número de compras que se realizan. No obstante, y a pesar de que siempre existirá un objetivo principal, es recomendable ir marcándonos objetivos secundarios dentro del sitio web, que a su vez contribuyen al objetivo principal. Por ejemplo, en el caso de una tienda online, la venta será el objetivo principal, pero también marcaremos otro tipo de objetivos, como que el usuario añada productos al carrito o que se suscriba a la newsletter, ya que teóricamente son pasos previos a realizar la venta.

Marcar objetivos y medirlos a través de Analytics es bastante sencillo. Basta con hacer clic en la pestaña de ‘Administración’ que hay en el menú superior y posteriormente en la de ‘Objetivos’, para crear aquellos que más nos interesen. Analytics nos permite medir objetivos a través de páginas de destino (por ejemplo un objetivo puede ser el hecho de que un usuario visite la página de ‘gracias’ que habitualmente es a la que llega el cliente que realiza una compra, volviendo al ejemplo del ecommerce), duración (un objetivo puede ser  que el usuario pase más de 5 minutos en nuestra web), un número de páginas por sesión (aquí estableceremos objetivos por el número de páginas consumidas) o eventos (son acciones que el usuario realiza dentro de la web, como la descarga de algún tipo de documento. Aunque este tipo de objetivos es necesario configurarlos previamente desde Google Tag Manager).

La configuración de objetivos en nuestra web es fundamental para medir resultados, pero igual de importante es saber medir cómo navega el usuario por nuestro sitio. Para ello deberemos consultar otro tipo de datos, como las principales páginas de entrada y salida, a través de las que conoceremos por dónde acceden los usuarios y en qué páginas salen del sitio web (es mucho más habitual que un usuario abandone el sitio web en una página de producto que en la home del sitio web, por ejemplo); el canal por el que acceden a la web, así conoceremos cuáles son aquellos que más tráfico aportan al sitio web (social, orgánico, directo…); el porcentaje de rebote, para saber qué páginas generan menos interés para el usuario (por ejemplo, si una página tiene un gran número de visitas entrantes pero su tasa de rebote es muy alta, probablemente no estemos mostrando el contenido al usuario correcto o nuestro producto no es el que ese usuario buscaba, ya que este no interactúa con la página), o también podríamos saber si nuestro usuario accede a la web en mayor medida por dispositivos móviles que por ordenador, ya que en ese caso deberíamos cuidar mucho la versión mobile.

Son muchos los valores que es posible medir dentro del sitio web, pero para poder comenzar correctamente será indispensable establecer el objetivo para el que está construida nuestra web así como el ‘embudo de conversión’ o pasos que creemos debe seguir el usuario dentro de la misma para conseguir ese objetivo.

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