• La estabilidad política, social e institucional es condición necesaria para la continuidad del proceso de creación de empleo.
  • Las perspectivas a corto y medio plazo son optimistas, siempre que no se deterioren las expectativas por las incertidumbres internas.
  • España necesita fomentar un modelo productivo con más empresas, más innovación y más inversión tecnológica, claves para incrementar el empleo.

Encuesta Población Activa

Madrid, 28/1/2016. La Encuesta de Población Activa (EPA) publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística confirma el año 2015 como clave para la creación de empleo. Con un crecimiento de los ocupados del 3% y un descenso histórico de los parados del 12,4% respecto al año anterior, España contaba a finales de 2015 con 18,1 millones de empleados y 4,8 millones de parados. Este último valor, aunque todavía muy elevado, no se había registrado desde el cuarto trimestre de 2010.

Esta evolución corrobora el importante cambio estructural en el funcionamiento del mercado de trabajo español, capaz de crear puestos de trabajo a un ritmo similar al crecimiento de la actividad económica.

Las perspectivas a corto plazo son optimistas, con una tasa de crecimiento de la economía española que podría situarse ligeramente por debajo del 3% en 2016, lo que se traduciría en la continuidad del proceso de creación de empleo. Así lo reafirma el informe Perspectivas Empresariales en España y Europa, elaborado por las Cámaras de Comercio, con un 30% de empresas españolas que prevén incrementar el número de trabajadores a lo largo de 2016, mientras que el 62% lo mantendrá respecto al registrado en el ejercicio precedente.

No obstante, la condición necesaria para que se materialicen estas expectativas positivas del ritmo de creación de empleo es la estabilidad política, social e institucional de nuestro país, que aporte confianza y seguridad a los distintos agentes. De lo contrario, se podrían poner en riesgo los proyectos de inversión y expansión exterior de las empresas, frenando la consolidación del proceso de recuperación económica y la creación de empleo.

Sobre la base de este necesario escenario de estabilidad, la creación de empleo debe ser el gran reto del año 2016, que se traduzca asimismo en reducción del número de parados. La tasa de paro de nuestra economía es el doble de la registrada en la zona euro, y en 1,6 millones de hogares todos sus miembros están parados. Por ello, la adopción de medidas para impulsar la creación de empleo y minorar la tasa de paro debe ser una de las prioridades políticas y sociales.

Además de aumentar el colectivo de ocupados y mejorar las condiciones laborales en general, en el marco consensuado de reforma laboral, es preciso incidir en las causas del elevado paro estructural característico de nuestro mercado laboral, reducir los riesgos para determinados colectivos (jóvenes, parados de larga duración), evitar la descapitalización de los parados, y mitigar la dualidad según la modalidad de contratación (indefinido vs. temporal).

Para ello, se debe avanzar en la mejora de las políticas, tanto activas como pasivas, del mercado laboral, y fomentar un modelo productivo con más empresas, más innovación y más inversión tecnológica.