• Se mantiene el notable diferencial de crecimiento positivo con respecto a la zona euro
  • La Cámara de Comercio de España prevé que el crecimiento económico se sitúe en el 2,7% a lo largo de 2018 y el 2,4% en 2019
  • La incertidumbre política interna, la inestabilidad territorial y la escalada de los precios del crudo, principales riesgos para el crecimiento 

Contabilidad Nacional Trimestral. I Trimestre 2018

Madrid, 31/05/18.- El crecimiento de la economía española en el primer trimestre de 2018 se situó en el 3,0% interanual, una décima por debajo del avance registrado el trimestre anterior, según los datos de Contabilidad Nacional Trimestral publicados por el Instituto Nacional de Estadística. En tasas trimestrales, la tasa de crecimiento del PIB fue del 0,7%, similar a la registrada en el cuarto trimestre de 2017. Esta evolución da continuidad a la senda de crecimiento sostenido que viene manteniendo la economía española desde el año 2014.

En el primer cuarto del año se mantuvo un diferencial de crecimiento positivo de la economía española respecto al conjunto de la Unión Europea, y respecto a la zona euro en particular, por lo que España se mantiene como una de las economías más dinámicas del área.

Si bien la demanda nacional sigue siendo el principal pilar en el que se basa el avance del PIB, su aportación al crecimiento disminuyó, aunque fue compensada parcialmente por la contribución de la demanda externa, que volvió a ser positiva, al contrario de lo que ocurrió el trimestre precedente.

En este contexto de crecimiento, el mercado de trabajo continuó beneficiándose del dinamismo de la actividad. El empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalente a tiempo completo, experimentó un avance de 2,6% en el primer trimestre, con 466 mil puestos de trabajo creados en un año. Esta evolución, no obstante, es 3 décimas porcentuales más moderada que la registrada en el trimestre anterior (2,9%). Sin embargo, esta desaceleración del empleo algo más intensa que la del PIB ha redundado en una mejora de la productividad del factor trabajo. 

Perspectivas

La Cámara de Comercio de España prevé que la tasa de crecimiento del PIB se irá moderando paulatinamente a lo largo de 2018, alcanzándose para el conjunto del año un aumento del 2,7% (4 décimas menos que el experimentado en 2017). En todo caso, se trata de un crecimiento que aún será superior al de los principales países de nuestro entorno y que tendrá un impacto significativo en el empleo, creándose más de 430 mil puestos de trabajo (en términos de empleo equivalente a tiempo completo). La tasa de paro media para el conjunto de 2018 podría situarse en el 15,5% de la población activa. Para el año 2019, la previsión de la Cámara de Comercio de España sitúa el incremento del PIB en el entorno del 2,4% interanual

Estas previsiones, no obstante, están sujetas a riesgos tanto externos como internos. El viento de cola que venía sosteniendo el crecimiento de la economía española parece mostrar síntomas de cierto agotamiento: un entorno internacional no tan favorable como hace unos trimestres, la escalada del precio del crudo con impacto directo en la inflación y, debido a ello, un entorno de tipos de interés al alza.

Además, desde el punto de vista interno, cabe destacar el mantenimiento de la inestabilidad en Cataluña y la reciente incertidumbre que afecta al Gobierno de España.

Urge, por tanto, solucionar de la mejor manera posible las incertidumbres políticas abiertas para dotar de estabilidad a la economía española, cumplir con los objetivos de déficit establecidos y acometer las reformas estructurales pendientes.

Motores del crecimiento

La demanda nacional redujo su aportación al crecimiento interanual en 4 décimas porcentuales respecto a la registrada de octubre a diciembre de 2017 (aportación de 2,8 puntos porcentuales en el primer trimestre de 2018 frente a los 3,2 puntos en el cuarto de 2017). Esta menor aportación tuvo su origen en un crecimiento más moderado de la inversión en bienes de equipo, con un avance del 2,3% frente al 7,9% del trimestre precedente. 

Por el contrario, la aportación al crecimiento de la demanda externa se incrementó hasta volver a ser positiva. Esto fue así a pesar del menor crecimiento de las exportaciones (3,2% interanual del primer trimestre frente al 4,4% del cuarto de 2017). No obstante, las importaciones experimentaron un crecimiento más moderado (2,8% interanual frente al 5,2% del trimestre anterior). Al final, la aportación positiva de la demanda externa fue de 0,2 puntos porcentuales. 

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